miércoles, 24 de mayo de 2017

Vaivenes

Zapatos de tacón rotos 
en una madrugada
con escalones. 
El pomo de la puerta
ya no gira. 
El vaivén del pesimismo 
que parecía haberse despedido
hoy regresa porque yo 
le he abierto la ventana.

Dicen que el tiempo 
todo lo cura, 
pero yo aún tengo heridas 
abiertas e infectadas.
He pensado en coserme 
cremalleras en aquellas 
que no puedo controlar. 
Esterilizarme de pies a cabeza, 
rito quirúrgico necesario 
para empezar la operación 
desde 0.

Me siento como una madre 
desbordada ante el nacimiento
de su primogénito.
Lo mismo lloras, que ríes,
que te da por arrepentirte 
o alabar las satisfacciones 
de tu reciente maternidad. 
Madre y padre de un río 
de sentimientos que se 
desboca en el parquecito
que he montado 
en el salón principal 
de mi mente. 

2016

cgb


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