sábado, 28 de octubre de 2017

Cactario










Hoy voy corriendo 
con mis ojos. 
Mis pies se quedaron
anclados en un cactario
que una vez compré
para la ocasión.
Colecciono púas
de diferentes tamaños.
A veces madrugo sólo
para recogerlas y
guardarlas en un
cajón.                                                     
He aprendido a jugar
con ellas sin pincharme.
Hoy para mí ésto podría
considerarse casi
un acto heroico.
Algunas llegan a cortar
como un cúter o
un cuchillo de carnicero
recién afilado.

Pero ya sé cómo colocarme el guante y el mandil. 

Sólo hay que entrenar un poco para danzar entre 
tanta espina y no pisar la flor.


cgb

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