domingo, 27 de marzo de 2011
Humedades relativas
Cómo cortar un cordón
umbilical aún latente,
cómo arrojar cenizas
al océano índico
del olvido si todavía
la tempestad no ha
logrado extinguir
incendios que calcinan
territorios habitados
por pasiones estivales turcas
desatadas de mala manera.
La lluvia no cesa,
la humedad relativa
anega y destiñe
parte de quiméricos
espejismos
que como el arco iris
morirán con
los últimos rayos de sol
en una playa desierta.
Háblame con los ojos,
poséeme y resbálate
por mi anhelante
anatomía
cual gota de lluvia
o de sudor que
se columpia y se suspende
por la celosía de tu frente,
a través de la que
redescubres viejos mundos
ya pintados e inventados
antes de que llegase yo.
Aún yace tierno el musgo
en el arca que construimos
en el ventrículo izquierdo
de este aturdido corazón.
C.G.B.
sábado, 26 de marzo de 2011
Lo fatal (Rubén Darío)
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!
Rubén Darío
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!
Rubén Darío
domingo, 20 de marzo de 2011
Ilusoria
Animalísticamente te ruego
que no desveles mis instintos,
salvajemente mitigados
desde tu inopinado exilio.
Huyendo a paraísos inexistentes,
habitando paraderos desconocidos,
el suelo que se pisa no se resiente,
aprendes a andar sobre puentes levadizos.
Escuchando a Lou Reed,
él ya lo predijo,
“It was such a perfect day”.
Perfecto, tan perfecto
que siempre se acabarán evocando,
sin querer, adormecidos
e ilusorios (instintivos) vestigios.
C.G.B.
sábado, 12 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
domingo, 6 de marzo de 2011
sábado, 5 de marzo de 2011
Sí...pero no.
Tu acento sobre mi colchón,
dibujos esparcidos por el
camarote de tu vieja embarcación,
la de veces que me gustaría
estar en Marte comiendo
alimentos macrobióticos
o eligiendo bebidas isotónicas
sin pensar en qué
pasará mañana (quizás
el nº 4 me despierté a las 7:30.)
Tu ceceo desbordante de
naturalidad, ese que te
pone la guinda cual
pastel en una confitería
tunecina,
la de veces que soñé
con vivir en el Olimpo
bebiendo ambrosía
de la divina y
celebrando eternas
bacanales agarrada
de tu mano...
(Quizás ahora me
levante y me beba
1 pepsi light de un solo
trago.)
C.G.B.
dibujos esparcidos por el
camarote de tu vieja embarcación,
la de veces que me gustaría
estar en Marte comiendo
alimentos macrobióticos
o eligiendo bebidas isotónicas
sin pensar en qué
pasará mañana (quizás
el nº 4 me despierté a las 7:30.)
Tu ceceo desbordante de
naturalidad, ese que te
pone la guinda cual
pastel en una confitería
tunecina,
la de veces que soñé
con vivir en el Olimpo
bebiendo ambrosía
de la divina y
celebrando eternas
bacanales agarrada
de tu mano...
(Quizás ahora me
levante y me beba
1 pepsi light de un solo
trago.)
C.G.B.
viernes, 4 de marzo de 2011
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