lunes, 7 de febrero de 2011

La caverna

Mar en calma, 
sentimientos embravecidos, 
sensaciones bizarras 
acompañan a esta hastiada 
ánima...

Platónicamente encerrada,
asfixiada, reprimida 
en un cavernoso cubículo
inexistente y frío, 
que abrasa cada milímetro 
cuadrado del órgano que 
hasta ayer parecía
cumplir perfectamente
su función.

Agua con sal (y cosméticos excipientes)
derramada cual río amazónico,
fluye 
por entre las grietas 
de piedra y caliza 
que se han sedimentado 
(y asentado) en el 
principio mesético 
de la lógica y la 
la razón...

Lexemas que agridulcemente 
se cuelan y tiñen de
azul violáceo fondos
y recovecos, esquinas y 
pasadizos, mitológicos 
laberintos fosilizados 
en recónditas 
ágoras y foros 
dónde el "populo" y hedonistas empedernidos
a base de "panem et circenses"
ciegamente se abandonan 
a las artes cual bacantes 
poseídas por el influjo 
de la luna de marzo. 

Mar en calma, 
sentimientos embravecidos, 
sensaciones bizarras 
acompañan a esta hastiada 
ánima...

C.G.B

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